El curso avanza con paso firme y aunque los alumnos tienen una parte de su cabeza en las estrellas no es menos cierto que trabajan duro para conquistar el espacio y el tiempo y poder viajar hacia ellas.
He creado grupos de trabajo para buscar información y poder analizarla después y he visto que con está táctica los alumnos se motivan más para realizar trabajos eficientes así como el hecho de ser protagonistas de su propia aprendizaje incentiva avances de mayor calado.
Entre combustibles y propulsores, aplicación de los principios de la relatividad espacial, de la física cuántica y de la escuela experimental hemos dado las pinceladas para construir el esquema en la próxima clase, lamentablemente la última de este curso, de los últimos proyectos espaciales y su implicación en un mundo que nos queda pequeño dentro de un universo demasiado grande para ser abarcado no sólo por los límites de la imaginación sino también por las coordenadas de las matemáticas.
El próximo día los alumnos mostraran sus conocimientos de la física, pilar clave de la aeronáutica, en un trabajo que será un eslabón no perdido de su aprovechamiento y un enlace hacia el dominio de esta materia y de todas las que se asientan sobre el campo de las ciencias.