sábado, 29 de octubre de 2011

Entre plantas e ideas

Este título tan poético da paso a una realidad más pragmática, la droga es el cáncer del cerebro y jugar con sus supuestos efectos placenteros es una apuesta segura hacia la demencia y las enfermedades mentales. El cerebro no conoce la distinción entre drogas blandas y duras ni tampoco entre las que tienen un origen natural o sintético. Los dos tipos producen efectos devastadores que es preciso comunicar de forma contundente a los jóvenes para que sepan realmente de qué estamos hablando cuando renegamos de su consumo.
De momento y mucho me temo que en el mundo que nos toca vivir no existen ni hay una evidencia de que pueda existir dentro de los próximos cincuenta años trasplantes de cerebro y si este es el cordón umbilical que nos conecta a lo que somos, lo que queremos y lo que conocemos debemos poner todo de nuestra parte para evitar el deterioro de las funciones cognitivas,


domingo, 23 de octubre de 2011

Babysapien y los desarrollos cerebrales

En Babysapien llevamos casi diez años mostrando y demostrando cómo una adecuada activación cerebral en personas discapacitadas implica no solo un equilibrio en sus inteligencias y una adquisición de habilidades que les permiten cierta autonomía sino también una maduración cerebral que reconfigura su estructura y permite de una forma consolidada que personas con una calidad de vida disminuida puedan captar, asimilar y comunicar información sin problema.
Este artículo revalida la tesis que desde siempre hemos sostenido y que en la práctica muchos de nuestros alumnos han experimentado de que más allá de una simple estimulación o gimnasia mental existen y se pueden realizar desarrollos cerebrales que regeneren zonas cerebrales y posibiliten sinapsis que se incidan en un pensamiento más profundo.


lunes, 17 de octubre de 2011

Promover la igualdad de los mejores no es desigualdad en la enseñanza universitaria

Siempre he pensado que la educación cuando avanza en su desarrollo se basa en el mérito y la capacidad. Por tanto, no tiene sentido financiar la educación de los que no se esfuerzan o de los que muestran otras prioridades porque acceder a la universidad y completar sus estudios no es un derecho sin contraprestaciones ni tampoco un camino que tienen que recorrer todos los estudiantes.

No significa que la incapacidad implica la necesidad de emprender unas enseñanzas profesionales o decantarse por comenzar la vía laboral sino que el rasero de la capacitación no es el parámetro que abre la puerta de la universidad sino la implicación de los estudiantes en un proyecto vital a tiempo completo durante un periodo bastante significativo en sus vidas


martes, 11 de octubre de 2011

La España desvertebrada


Nos toca vivir tiempos lejos de una estructura social que implique progreso. No es que estemos lejos de la España invertebrada que propugnaba Ortega y Gasset es que estamos a años luz del fogonazo luminiscente de la última revolución industrial. Cómo vamos a salir delante de la crisis sin fábricas, sin exportación de productos cuya base sea el tratamiento de las materias primas, sin profesionales nacionales que cuanto menos se ocupen del mantenimiento de las infraestructuras con las que contamos.
Cada vez resulta más difícil cubrir las ofertas de encofradores y soldadores y casi misión imposible de técnicos en nanotecnología o simplemente de mecánicos especializados en el sector aeronaútico. Y es que la debacle del sistema educativo, la insuficiencia boqueante de la enseñanza pública y gratuita desde los primeros años y el fomento de la incultura y la barbarie ya comienzan a pasarnos factura.

domingo, 2 de octubre de 2011

Los demasiado animados dibujos

Todos recordamos nuestra infancia pegada a meriendas, cromos y como no dibujos animados que nos conducían a mundos de fantasía claro que también recordamos el vino Santa Catalina como abridor de apetitos y las peleas a pedradas en el pueblo de nuestros padres.  El que un hecho se repita a lo largo de la historia y que en un momento no resulte perjudicial no ratifica su inocuidad. Ver televisión antes de los seis años resulta perjudicial para los niños porque el nervio óptico carece de la madurez suficiente para gestionar un caudal de imágenes a una velocidad trepidante y porque las bases de su aprendizaje no permiten una distinción certera en el enfoque de la atención, en la selección de los estímulos, en el mantenimiento del esfuerzo para aprender y de la curiosidad para conocer.
Da igual lo que el niño vea aunque es cierto que el tiempo de exposición condicionará su respuesta ante estímulos no visuales, su pasividad al implicarse en dinámicas educativas y su capacidad de maduración y socialización. También es cierto que la exposición al consumo de televisión entre los seis y los doce años tiene que racionalizarse según la tendencia del niño a sufrir déficit de atención, su rendimiento escolar, su integración social, su capacidad y autonomía para resolver problemas y su habilidad para intervenir en procesos lúdicos. Noticias como la presente nos dicen que no todo está perdido en la batalla contra la abducción nociva de nuestros hijos.