viernes, 3 de julio de 2009

Yo, robot

El curso continúa en la escuela de telecomunicación y entre el diseño de la estructura mecánica del robot que cada alumno va realizando, entre sensores donde hay que decantarse por células fotoeléctricas y elementos terminales que permitan al robot relacionarse de manera correcta con el entorno los alumnos van de la mano de las consideraciones de Isaac Asimov siendo conscientes de que la ciencia tiene que estar al servicio del ser humano.
Si perdemos la perspectiva y nos desorientamos en la búsqueda de horizontes no cabe duda que nuestra ruta no es la más adecuada para llegar a la meta que nos hemos propuesto. Por eso la ciencia tiene que estar al servicio del hombre, tiene que supeditarse a los intereses que son propios de la raza humana y su objetivo no puede ser otro que el bienestar de todas las personas que la componen.
En cada uno de los prototipos que se están realizando prima un interés social que es ineludible y en cada uno un deseo de lograr mejores condiciones de vida en nuestro mundo, condiciones que no se pueden postergar y que representar el eslabón inicial de una comprensión de la ciencia que realmente nos reporte beneficios.
Quiero dar expresamente las gracias al profesor Francisco Javier Jiménez Leube por la dedicación que nos muestra en todas las actividades que nos encontramos realizando y por la propuesta de visitas enriquecedoras a diversos entronos de la escuela donde los alumnos están extrayendo provechosas ideas para conformar con mayor criterio iniciativas de más amplio espectro.

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