Despertarse con noticias como esta acrecientan la esperanza en el ser humano y en la capacidad de buscar solución a uno de los grandes dilemas que le abocan a una calidad de vida mermada, la enfermedad. Cuanto esta repercute de manera directa en las funciones cognoscitivas es más acuciante buscar remedio puesto que la autonomía y la capacidad de análisis de la realidad que nos circunda es lo que nos permite ser conscientes de nuestra identidad y tomar decisiones con las que construir un proyecto vital. Los que somos enseñantes muchas veces nos topamos con la fronteras de esta lacra que dificultan la capacidad de aprender y pensamos que es imprescindible la investigación médica para conseguir atajar los males que produce este síndrome y otros de parecida etiología. Sólo ahondar en un pensamiento que no es demagógico: necesitamos más dotaciones orientadas a estos fines, recursos, presupuestos, patrocinios e inversiones porque de sus logros depende la global conciencia de cada una de las vidas humanas que tienen derecho a nacer para algo más que morir, a conocer para decidir y a saber para conseguir borrar fronteras al olvido propio y ajeno.
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