A continuación os dejo una intervención en Radio Euskadi en el programa La noche despierta. Para mí ha sido especial porque me ha permitido abrir la puerta y plantear una inquietud que sostengo desde hace tiempo. En consonancia con estos planteamientos lanzo el guante a quien corresponda con el siguiente decálogo:
1) No sería mejor establecer una educación de la excelencia desde los 3 años de edad donde todos los alumnos tengan derecho como la Constitución Española les otorga a una enseñanza que ampare las siguientes materias: a) Atención y concentración, b) Respiración y conocimiento corporal, c) Pensamiento científico, d) Conocimiento artístico, e) Comprensión de los lenguajes de comunicación, f) Manifestación emocional, g) Desarrollo de los sentidos y que estas materias se articulen en un sistema u organización que atienda a su cociente intelectual, a sus exigencias emocionales y a su desarrollo de inteligencias.
2) No sería mejor enseñar a interactuar en el aula dando a cada uno lo suyo desde una concepción diferenciada de las anteriores premisas.
3) No sería mejor premiar el mérito, la creatividad, la curiosidad, la capacidad de trabajo, la dedicación, la colaboración con los demás desde este ciclo
4) No hay quien cree programas educativos en los medios de comunicación como la televisión pública por supuesto y privada por qué no para incentivar en estos niños y en los de edades superiores el saber, el conocimiento, los valores inherentes a la persona humana, la belleza y la capacidad de transformar y de hacer evolucionar nuestro mundo.
5) No hay quien tenga narices para crear programas diferenciados para los superdotados, para los talentosos, para los capacitados y cada uno de los tipos de infradotados para que desarrollen sus capacidades, sus habilidades y conocimientos, sus competencias y calidades en un mundo donde todos son válidos pero distintos.
6) No hay alguien ahí que sepa evaluar, el talento, el compromiso, la educación a través de otro criterio que no sea el emprobrecido de una nota escolar. Y el que ha estado enfermo o tiene un problema psicológico, y el recolector de ideas inmaduras, y al que le pueden pagar para que consiga una nota o se la pueden comprar y el que… Por qué todos en igualdad de preparación y oportunidades no tienen derecho a un examen que garantice sus expectativas.
7) Basta ya de experimentos y de experiencias. La enseñanza es evolutiva, el aprendizaje constructivo y los niños y adolescentes destinatarios de una educación que forme y no que informe. Premiemos la excelencia pero exijamos lo que damos en un contexto donde el conocimiento se ampare en algo más que en una recolección de datos o en el discurso de una selección natural creada al amparo de una genética modificada al azar.
8) Hay alguien ahí que sepa y entienda que ningún sistema funciona sin métodos que enseñen a pensar, sin sistemas que se asienten en el desarrollo neurobiológico de la persona humana y sin hábitos incentivadores que motiven y propicien un aprendizaje autónomo.
9) Quiero pensar que mi hijo tendrá derecho a poder elegir si quiere aprender, que el sistema le dotará de los mecanismos necesarios para estar insertos en sus dinámicas, para ocupar un lugar en la sociedad que no le excluya por principio, que no le condene a la ignorancia por pertenecer a una clase, por desconocer un contenido, por estar enfermo, tener un problema psicológico o ser diferente. Quiero pensar que tendrá una oportunidad de aprender a decidir, a elegir, a luchar por lo que creer y a construir sus propios sueños pero hoy no tengo claro si esto va a resultar posible y menos si cuando llegue a la secundaria contará con la formación gratuita y pública necesaria para optar a un bachillerato de excelencia porque si no comienza una educación excelente cómo puede estar capacitado para este acceso o si no cuenta con los medios tecnológicos necesarios o con los mejores maestros o con los mejores programas educativos.
10) Hay alguien que me pueda explicar cómo es posible en una sociedad hedonista que no garantiza las salidas profesionales de los científicos, de los investigadores, de los creadores, de los moldeadores de ideas, de los cooperadores en la creación de puestos de trabajo, de los generadores de riquezas, de los precursores de patentes, de los investigadores de sistemas que los políticos se preocupen de la enseñanza de los adolescentes cuando no se ocupan ni de la educación de los niños ni de garantizar el acceso al pleno empleo de los adultos. Educad a los niños, vosotros los que os dedicáis a la política, propiciad las condiciones idóneas para el desarrollo de un trabajo digno y cualificado para todas las personas formadas para ello con un sueldo lejano a las miserias que cobran los científicos y conseguiréis que los jóvenes se involucren en un proceso de excelencia verdaderamente humano.